lunes, 20 de junio de 2011

El fin

Este solo es un mundo
cuya ruta es decadente.
La sociedad se derrumba,
los valores se pierden,
el abismo se acerca
ya inexorablemente,
pues solo el mundo se interesa
por lo que al el le apetece.

Los niños, quieren ser jóvenes,
los adultos, igualmente,
y los mismo jóvenes viven
su etapa más indecente,
donde solo las placeres
pueden mover su mente.
Tener hijos está mal visto,
y ni su madre los quiere,
crecen sin amparo ni cariño,
y con el tiempo se corrompen,
para ser esos mismos jóvenes
que tener hijos no quiere.

No hay más que mirar alrededor,
el dinero todo lo mueve,
y nos insertan unos valores,
que quedan fijos en nuestra mente,
de lo que es bueno, y lo que es malo,
de lo que opina la gente,
de como te verán por la calle,
dependiendo de lo que aparentes,
mientras muchos se hacen ricos
vendiendo lo que ellos tienen
según dichos valores
que insertaron en nuestra mente.

Poco a poco, el mundo caerá
por estos valores de la gente,
que no respetan nada y nadie,
creyendo hacerlo libremente.
Nos iremos emprobeciendo
muy paulatinamente
mientras mirando atrás,
veremos el ahora presente,
en el cual el mundo funciona
pero ya erróneamente.
Y pensaremos en aquellos fallos
que cometimos inconscientemente
mientras nos disolvemos
inexorablemente.
Este solo es un mundo
cuyo fin es inminente.

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